Notas:
Sé que muchos deben odiarme a estas alturas porque tardé una vida en actualizar y no tengo excusas, simplemente estaba imposbilitada para escribir, porque a pesar de tener todo en mi cabeza no podía plasmarlo cómo realmente quería. Pero al fin acá está el capitulo Numero 10. Ya casi llegando al final de esta pequeña historia.
Gracias a todos por sus comentarios y su apoyo.
HummelAndersonSmythe-Moontsee VR-Eve-Darren's Loveeer-Darckel-Elbereth3- .1291
Mil gracias por leer y por comentar siempre :)
Sin más dilatación los dejo con el nuevo capítulo y espero poder actualizar pronto.
¡Besos!
Capítulo 10
Salió del apartamento hecho una furia. Podía oír la voz de Rachel chillando a su lado y sus pasos ligeros intentando alcanzarlo, pero la ignoró por completo. Estaba cegado por la ira, el miedo, la preocupación y la angustia. Pensar en lo que podría estar haciéndole ese tipo a Kurt lo estaba matando. Cada segundo sin buscarlo podía comprender un golpe más, un rose, un corte, una caricia deseosa de cuerpo indefenso.
Salió al frío de la calle y sintió como el clima helado le quemaba la piel, pero no se preocupó por sólo llevar puesto un pulóver de lana fina. Rachel aun seguía tras él diciendo cosas que no podía entenderle, y uno poco más atrás los seguía Alan incrédulo.
Blaine tuvo que detenerse un momento para elegir por donde comenzaría a buscar, ¿Donde podría ocultar aquel maldito a su ángel? Pero cuando se disponía a correr en una dirección específica Rachel lo retuvo, agarrándolo con firmeza del brazo.
-¡Para YA Blaine!-Gritó ella exaltada.- ¿Qué pretendes hacer? ¿Correr por las calles y ver si lo encuentras siendo forzado a besarse con ese tipo? Disculpa que sea tan fría, pero te creía más inteligente que eso.
Se soltó con un movimiento brusco del agarre de su amiga y la miró con furia y firmeza.
-¿Y qué quieres que haga? ¿Qué me quede aquí esperando noticias? ¿Esperando a que lo encuentren hecho trizas? Lamento ser tan primitivo, pero no sé que más hacer.
La voz desconsolada de Blaine hizo que la morena sintiera una punzada de dolor en el pecho y se encogiera un poco.
-Lo siento-susurró-Pero al menos tendrías que tener una idea de por dónde empezar a buscar, y por lo que sé ni siquiera tienes en claro si realmente alguien se llevó a Kurt por la fuerza.
-Claro que lo sé y fue James. ¿Acaso crees que Kurt me dejaría sin más y escaparía con otro? ¿Después de todo lo que hemos pasado?
La indignación le recorrió la garganta como bilis. Rachel tragó saliva nerviosa.
-No sé qué pensar, estoy confundida. No puedo creer que James sea capaz de hacer algo así. Pero, por otro lado tampoco creo que Kurt sea de las personas que abandonan sin decir nada más.
-¡Pero estás conciderandolo! Dios mio, ¿y te haces llamar su amiga?
El rostro de rachel pasó a ser de rojo oscuro y tuvo que bajar la cabeza para que no la vieran, pero cuando volvió a mirarlo, sus ojos llenos de lágrímas delataron el hecho de que la había herido en lo más profundo de su ser.
-Juro que te mandaría a la mierda, porque no me conoces tanto como crees.-respiró hondo apartándose las lagrimas que caían por sus mejillas, Mientras Blaine golpeaba su pie ansiosamente en el suelo, comenzando a sentirse terriblemente mal por lo que le había dicho-Sin embargo, alguien tiene que mantener la mente fría en esta situación y voy a elegir ser yo, ya que tu estás incapacitado para tomar ese lugar.
Sin más que decir se volteó hacia Alan con el rostro frío e inexpresivo.
-¿Dónde fue que los viste?
Alan se quedó pensativo unos minutos, aunque bien pudo haber sido que se había amedrentado por la repentina mirada de la morena.
-En el parque, el que está a solo una cuadras de Juilliard. Les mostraré donde es, si quieren-Se ofreció con timidez. Y Blaine no tuvo tiempo ni para sorprenderse de la actitud de su alumno, ya que Rachel se volvió hacia él en ese instante.
-Empezaremos buscando desde ahí-Dicho esto comenzó a caminar delante de ellos, para segundos después voltearse a mirarlos al darse cuenta que ninguno de los dos la seguía-¿Piensan quedarse ahí como dos idiotas o vendrán conmigo a buscar a Kurt?
Ambos se miraron, sin saber exactamente que sentir. Segundos después seguían a Rachel, dirigiéndose al parque.
-Allí-Dijo Alan sin pensárselo dos veces, en cuanto llegaron. Había un pequeño puente de madera que cruzaba un lago de aguas oscuras.-Por ahí caminaban cuando los vi.
-Bien, ¿Recuerdas en qué dirección iban?-Rachel se veía claramente cómo una investigadora profesional, mientras que Blaine con aspecto aturdido merodeaba por el puente en busca de algo que le diera una pista.
-Si-afirmó Alan con seriedad-cruzaron el puente hacía aquel lado, en dirección a la calle de piedras cuadradas. Donde está el hotel Dumert.
Ambos avanzaron por el puente, acercándose a donde estaba Blaine, medio perdido.
-Tranquilo-Dijo Rachel, cambiando su tono brusco a uno completamente maternal.-Lo encontraremos.
Ambos se miraron, y Blaine tuvo que abrazarla. Fue algo extraño, pero no del todo, ya que luego de un momento se convirtió en algo agradable. Ambos sabían que chocaban mucho sus personalidades, pero a pesar de eso, ambos se apreciaban muchísimo.
Alan interrumpió el momento cursi, con un grito que los hizo dar un respingo.
-¡Encontré algo!-Ambos corrieron hasta ponerse a su lado con expectación, mientras Alan les tendía un pequeño dije redondo color rojo-Una migaja.
-¿Qué?-Indagaron Rachel y Blaine al unísono sin comprender exactamente que estaba diciendo Alan.
-Éste es uno de los dijes que contenía la pulsera que le regaló, usted Señor Anderson a Kurt el primer día que se reincorporó a las clases.
Blaine tomó el dije de la mano de su alumno y lo observó con detenimiento. Era cierto, Blaine apenas se acordaba de haberle regalado aquella pulsera a Kurt, pero allí estaba, uno de los dijes de ella.
-¿Cómo lo recuerdas?-Indagó pasmado, alternando su mirada entre el dije y Alan, a quien el rostro se le había teñido del mismo color que el objeto que Blaine sostenía.
-Soy muy observador-se atajó Alan, y siguió hablando restándole importancia- Pero lo que creo, Sr. Anderson, es que Kurt ha dejado las migajas como Hansel y Gretel. Sólo debemos encontrar dónde ha puesto los otros dijes y finalmente hallaremos su paradero.
-Suena como Kurt-Admitió Rachel un segundo después. Blaine se quedó unos segundos pensativo hasta que logró reaccionar.
-Bien, sigamos el camino que crees que han tomado y busquemos más pistas.
Los tres se encaminaron al otro lado del parque, que se abría como un pequeño bosque con algunos bancos de color marrón, y senderos que lo atravesaban en diferentes direcciones.
Había muchos caminos para seguir, y ninguno de los tres estaba seguro de hacia dónde dirigirse. Alan no estaba cien por ciento seguro de haberlos visto alejarse hacia el hotel Dumert y la cantidad de bifurcaciones que tenían los senderos del parque no los ayudaban.
Fue entonces cuando algo llamó la atención de Rachel a un lado del camino que llevaba al hotel que Alan había nombrado. Se agachó y tomó entre sus dedos un dije color verde brillante de forma circular.
-Es por aquí-Anunció ella entusiasmada. Y Los tres se encaminaron hacia el camino de la izquierda, sin dudarlo dos veces.
Atravesaron el parque sin más pistas en el medio, cruzaron la calle y se dirigieron rumbo al Hotel Dumert, más por instinto que por cualquier otra cosa.
-Se me había olvidado-susurró Rachel repentinamente deteniéndose en seco.
-¿Qué?-Indagó Blaine.
-Cuando Kurt y yo conocimos a James, él vivía en un pequeño departamento a dos cuadras del Dumert.
-¿Y hasta ahora lo dices?-Gruñó Alan molesto.
-Llévame hasta allí Rachel-pidió Blaine mientras la tomaba de la mano.
Las pocas cuadras que los separaban del lugar se hicieron eternas. Rachel trotaba aferrada a la mano de Blaine que se dejaba guiar sin quedarse atrás. Mientras que Alan los seguía pisándoles los talones.
Incluso antes de llegar Blaine supo que allí estaba Kurt. Una melodía brillante y poderosa se filtraba a través de las paredes del pequeño edificio de tres plantas. Y no fue porque Blaine conociera esa melodía como si fuera la palma de su mano, no. Supo que Kurt estaba allí porque nadie tocaba como él y Blaine lo hubiese reconocido donde fuese.
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Fue entonces, mientras la música penetraba en sus oídos, que Blaine soltó la mano de Rachel y empujando la puerta de entrada con toda la fuerza de su cuerpo, entró en el edificio y corrió escaleras arriba.
No sabía exactamente en qué departamento vivía el tal James, pero se dejó llevar por la melodía que resonaba en su cabeza y ésta misma lo atrajo hasta la última puerta del tercer piso.
Golpeó con los nudillos, conteniéndose de tirar la puerta abajo como había hecho con la de la entrada. Sus manos ardían con furia contenida y su corazón desbocado le quemaba el pecho.
La música paró repentinamente, y la puerta se abrió segundos después. El hombre frente a Blaine tenía aspecto desgarbado, el cabello rubio le caía sobre los ojos de forma descuidada y parecía no haberse bañado en días. Era James, Blaine lo reconoció, a pesar de que no se veía para nada como la vez que él lo había visto.
-¿Qué demonios quieres?-Preguntó con tono brusco y su aliento fétido le golpeó en la cara de tal forma que Blaine tuvo ganas de vomitar. Olía a cerveza y a vómito.
Fue un instante, en el que Blaine sólo pudo pensar en esas manos tocando a Kurt, en esa boca con aliento podrido besándole los labios, ese monstruo hiriéndolo. Su mano despegó chocando violentamente con el rostro sorprendido de James. Éste se quedó unos segundos sosteniéndose la boca que sangraba para luego incorporarse hacia Blaine.
-¿Qué demonios, Marica?-Pero no tuvo tiempo siquiera de defenderse, Blaine ya se había abalanzado sobre él y lo había empujado contra el suelo de cerámica rojiza. Sus puños cerrados con fuerza lo golpeaban con odio y desesperación.
-¿Dónde está maldito?-James logró ponerse sobre Blaine, inmovilizándolo contra el suelo y lo miró con los ojos inyectados de sangre y la boca chorreando liquido carmín.
-Ya recuerdo quien eres-Su voz sonaba como la de un psicópata que ha perdido la cabeza por completo-¡El famoso señor Anderson! ¿Le gustó poder tocar la piel de su alumno donde lo hacía gemir de placer?
La sonrisa llena de sangre del hombre hizo que los bellos de sus brazos se erizaran. Blaine intentó zafarse, pero fue incapaz.
-he estado pensando mucho en ustedes-continuó- ¿y sabes cuál es mi conclusión? Tú eres un maldito ladrón, me robaste a Kurt. Yo sólo recuperé lo que es mío.
-Él no es de nadie, maldito idiota.
James pareció no haberlo oído.
-Volveré a tocarlo, a besarlo, lo haré mío una y otra vez…
-¿Y Crees que él querrá hacerlo contigo?-Escupió Blaine con asco.
-Si no, deberé tomar medidas. Es por su propio bien, estamos destinados a estar juntos, no puedo permitir que se aleje.
-¿Lo tendrás atado a tu cama por el resto de su vida? Eres un maldito…
-cierra tu mierda de boca-gruñó James acercando su rostro al de Blaine peligrosamente.
-Muérete…-Sin haberlo visto venir siquiera, su cabeza pareció retumbar ante el primer golpe. El segundo pareció doler más y con el tercero creyó que se desmayaría. Sentía la sangre escurrir por su rostro y todo parecía dar vueltas.
-Espero que seas más inteligente que eso-dijo en un susurró acercando nuevamente su rostro. Esta vez el cuerpo de Blaine reaccionó dándole un cabezazo en la nariz, lo que hizo que el hombre se apartara adolorido.
Blaine aprovechó ese instante para incorporarse, e ignorando el mareó y el dolor se abalanzó a la primer puerta que encontró.
Vacío.
-¿Kurt?-llamó con un grito desesperado. El silencio se vio interrumpido por un ruido, que pareció de algo al caer al suelo, en la habitación continua. Blaine caminó dando tropezones hasta allí y abrió la puerta de un tirón.
Kurt estaba atado a la baranda de una cama, con la boca tapada por una cinta metálica, mirándolo con los ojos llenos de lágrimas.
-¡Kurt!- Blaine corrió hacia él y le sacó la cinta de la boca para luego examinar su rostro-¿Te encuentras bien?
-Estoy bien-Aseguró Kurt a través del llanto. Blaine lo abrazó con fuerza-Salgamos de aquí, por favor.
Sus manos se dirigieron a desatar el nudo que James había hecho, pero no había ni siquiera tocado la soga, cuando fue agarrado por los hombros y revoleado por los aires.
Chocó brutalmente contra una de las paredes de la habitación e increíblemente vio por primera vez aquellas estrellitas que aparecían en las caricaturas. Todo le daba vueltas y apenas podía ver la figura borrosa que se acercaba amenazante. Los gritos de Kurt le taladraban la cabeza y le producían un dolor horrible.
Repentinamente todo se calmo. El cuerpo de James cayó al suelo en seco. La vista de Blaine ya se había aclarado para ese momento, para encontrarse con Alan sosteniendo el banquillo de madera de un piano entre las manos, con la respiración agitada y la transpiración cubriéndole la frente.
En un segundo soltó el banquillo y desató a Kurt.
-¿Te encuentras bien?-indagó, pero no le dejó tiempo a reaccionar de su incredulidad, en un instante, ya corrió junto a Blaine y Lo ayudó a incorporarse- Dios mío, estás sangrando.
-Estoy bien-murmuró Blaine alejándose de Alan para llegar junto a Kurt y rodearlo con sus brazos-¿Estás bien? ¿Te hizo algo? ¿Te ha tocado? Dímelo, dímelo ahora.
Kurt negó suavemente mirándolo a los ojos.
-Solo me obligó a que tocara el piano, una y otra y otra vez… Vámonos, por favor.
Blaine lo ayudó a levantarse de la cama, aun se notaba que estaba muy asustado. Lloraba sin parar y sin apenas darse cuenta. Blaine le acarició la espalda.
-Tranquilo, estarás bien.
En ese instante, mientras bajaban por las escaleras, se oyó la sirena de la policía.
-Rachel ha ido a buscarlos-comentó Alan- Han tardado demasiado, como siempre.
-Al menos podrán meterlo en la prisión finalmente, y luego de esto estará por mucho tiempo allí.
Kurt había optado por tomar un largo baño luego de haber hecho una nueva denuncia en la policía. Su cuerpo estaba agarrotado y dolorido. Pero lo peor era lo que sentía por dentro. Miedo y angustia. Se preguntaba si algún día James volvería por él para terminar de destruirlo, para alejarlo de todo lo que amaba. Se preguntó también cómo era que no había conocido esa parte desquiciada de su ex novio y se atemorizó al pensarlo siquiera. Jamás conocemos completamente a las personas. Ni siquiera a las que realmente amamos.
Mientras tanto Rachel, Alan y Blaine permanecían en la sala. El rostro repleto de moretones del moreno estaba cubierto por compresas de hielo envueltas en un repasador. Que le dolía hasta el alma, era decir poco. Sin embargo el alivio que sentía era mucho más fuerte que el dolor externo.
Rachel rebotaba sus pies inconscientemente con la mirada perdida.
-No puedo creer todo lo que ha pasado. ¿Es que el mundo se ha vuelto loco?
Alan le dedicó una mueca de resignación.
-Así es el mundo en el cual vivimos, desgraciadamente-Suspiró y acto seguido se levantó del sillón fregando sus manos lentamente.-Bueno, debería irme. Este ha sido el día más loco que he vivido y necesito descansar y dejarlos para que puedan relajarse.
-Bien, te abriré la puerta-murmuró Rachel amagando para levantarse, pero Blaine la detuvo en el acto, dejando las compresas sobre la mesa ratona e incorporándose.
-Yo iré.
Ambos caminaron en silencio hacia la puerta. Blaine tomó un manojo de llaves que había sobre una pequeña mesa junto a esta y abrió.
-Gracias por esto Alan-dijo al fin, rompiendo el silencio. El joven lo miró con los ojos brillantes-si no hubiera sido por ti, jamás hubiésemos encontrado a Kurt tan rápido, y además me salvaste de la golpiza de mi vida. Realmente te agradezco por todo. Jamás creí que diría esto, pero eres un buen chico.
Alan no pudo evitar soltar una risa cancina.
-Puede que no sea lo que todos creen.-Sus ojos mostraban algo que Blaine no podía descifrar.-Pero lo cierto es, que no habría hecho esto por cualquiera.
En un segundo el rostro de Alan se acercó al de Blaine, y éste ni siquiera tuvo tiempo para reaccionar. Sus labios se encontraron con los de Alan en un beso suave y esperanzado.
No lo apartó. No quiso hacerlo, después de todo, le debía al menos eso. Le había salvado, y no sólo a él, sino que había salvado lo que era más importante para Blaine, incluso aunque eso no le significara nada bueno.
Lo besó de vuelta, en un agradecimiento silencioso. Atrapando sus labios suavemente. Para que luego de un segundo Alan se apartara con sus ojos inyectados en lágrimas.
-Gracias-murmuró y rápidamente se volteó y corrió lejos escaleras abajo. Incapaz de atreverse a esperar el ascensor.
Blaine suspiró despacio. Entre confundido y agradecido. Jamás conocemos realmente a las personas. Jamás.
Notas:
Bien, es cierto que glee terminó y creo que eso me dejó un poco shockeada por lo cual creo que podría ser una de las razones por las que no pude escribir en este tiempo. Sin embargo a pesar del shock y que me pasé llorando los últimos dos capítulos, amé el final que nos dieron para Klaine. Creo que ha sido una pareja que va a transcender no sólo en nuestras memorias sino en el mundo, ya que realmente ha abierto puertas que habían estado cerradas.
Orgullosa siempre de ser Klainer, nunca dejaré de amar a estos dos chicos, ya sean los personajes o los actores. Cambiaron mi mundo, mi forma de ver la vida y a las personas.
Incluso aunque todos creyeron que yo era gay por amar a esta pareja jaja. En serio, TODOS me lo han preguntado. Incluso mi hermano me dio una charla de aceptación jaja. Pero lo cierto es que soy Hetero, y no entendi ni voy a entender por qué por amar a una pareja gay yo tendría que serlo también. NO LO ENTIENDO jaja. En fin, me fui por las ramas.
Klaine Pasion forever 3
Dicho esto, me despido.
Eso es todo por el capitulo de hoy, espero que les haya gustado. No se olviden de comentar por fis. No se olviden que éste fic vive de sus comentarios. Y yo amo leer los comentarios jaja.
¡Hasta el próximo cap!
Un besote
