Epílogo

Evangelion y sus personajes no me pertenecen, son obra de Hideaki Anno y su institución.

- Princesita, ¿has visto la página 9 del periódico? –Decía Mari desde el teléfono.

- No… ¿Hay algo nuevo sobre la investigación?

- No te obsesiones, no tiene nada que ver.

Asuka abría desganada el periódico, mientras con la otra mano sujetaba el auricular del teléfono. Pronto, dio con lo que Mari quería que buscara y comenzó a reír fuertemente.

- De modo que al final se casaron.

- Sí. El padre de Mayumi la obligó a casarse con Deidara Suzuki, o su empresa quebraría. No se la ve muy contenta en las fotos.

- Quién estaría contenta de casarse con un elemento como ese. Aunque me da más pena por Deidara en realidad.

- Pues a mí quién más pena me da es Mana. Se acaba de enterar de que su luna de miel coincide en la misma ciudad que Mayumi por dos días. Me imaginó que pasará con Musashi esos días en la habitación, con tal de no encontrársela. En realidad no creo que eso le desanime... Uff, tengo tan hinchados los tobillos, que creo que tendré que ir en silla de ruedas a cenar esta noche.

- Mari, no seas quejica. Sólo estás de cinco meses. Yo salgo de cuentas en un mes y puedo andar perfectamente. –Decía Asuka mientras se frotaba dulcemente la barriga.

- Tú siempre compitiendo, hermanita. Pero yo llevo dos, así que estoy de 10 meses.

- Lo siento Mari. Debo colgar, Shinji me llama por la otra línea.

- De acuerdo. Recuérdale lo de la reunión de esta noche, o volverá a aparecer de madrugada excusándose por el trabajo.

- Descuida.

No bien hubo colgado cuando ya sonaba de nuevo el teléfono. Descolgó para hablar con su marido.

- ¿Cómo están mis dos pequeñas?

- Están como las dejaste. Una de ellas tremendamente aburrida, y la otra pegando patadas.

- Oh Asuka, si llego a saber que ibas a pegar patadas, te hubiera regalado un saco de boxear.

Asuka rio. Shinji había cambiado mucho su humor en los últimos años, dejando repentinamente su timidez cuando se dio cuenta de que vivir con Asuka era una aventura diaria, en la que no podía mostrarse nunca retraído.

- De todas formas, en serio. ¿Cómo está nuestra pequeña Eva? Ya sabes lo que dijo el médico, necesitas reposo en este último mes.

- Y ya sabes lo que le contesté yo a Kaworu. Que el reposo lo necesitaría él cuando Mari diera a luz a sus cachorrillos. Shinji, me aburro enormemente sin nada que hacer.

- Es por eso que te llamo. He mandado a buscarte un taxi porque necesito que vengas al laboratorio. Lo hemos encontrado.

Asuka colgó emocionadísima. Se vistió lo mejor que pudo, dejándose los zapatos desatados. Ya se los ataría Shinji cuando lo viera, porque estaba en estos momentos tan grande que no llegaba nunca correctamente a sus pies. Shinji acostumbró en los últimos días a ser esas manos que llegaban a todos lados a los que ella no podía acceder, debido a su gran barriga. Pero eso era también una desventaja, ya que muchas veces Shinji acababa haciéndole cosquillas en lugares en los que ella no podía apartarse.

Cuando consiguió bajar las escaleras del porche, y llegó a la calle, vio el taxi que la esperaba. Sin duda puso de los nervios al taxista, incitándolo a correr más. Una vez pasó todas sus tarjetas por las diferentes puertas, llegó al fin al despacho de Shinji. Shinji escribía sin parar en su ordenador, por lo que no se percató de que Asuka quedaba a su espalda.

- Enséñamelo.

Shinji dio un sobresalto debido al susto. Se dio la vuelta y, al ver a su mujer embarazada, sonrió. Nunca la había visto más guapa en toda su vida, y eso que llevaban juntos diez años.

Mira las fotos del escáner. Rei ya se encuentra allí. Te va a gustar, según las pruebas es de color rojo.

Asuka miró primero las fotos del escáner que habían introducido en un lugar muy profundo de la tierra. Según las investigaciones que tanto tiempo llevaron a Shinji, Asuka y Rei completar, descubrieron el origen de otra de las llamadas reliquias que había por todo Tokyo. Durante los últimos años habían permanecido los tres encerrados en el mismo despacho, buscando en mapas puntos geográficos dónde lo pudieran encontrar, pidiendo presupuestos para escanear la zona… Pero justo cuando Asuka tuvo que darse de baja por el embarazo, habían avanzado enormemente, lo que le hacía en realidad pasarse más tiempo en el despacho que en casa, para desesperación de Shinji.

Comenzó a teclear aún más rápido que Shinji. La pantalla empezó a moverse furiosamente, dejando ver los resultados del escáner a cámara rápida. No bien hubo empezado a escribir cuando Asuka ya estaba sonriendo. Realmente sabía que ese gigante sería su preferido.

- Es precioso. ¿Cuánto tiempo estima Rei que podremos sacarlo completamente?

- En pocos meses. Pero cuando lo traigan aquí, tú no podrás andar mucho por el laboratorio, estaremos cuidando de Eva.

- Si Eva resulta ser como sus padres, de seguro estará encantada de venir aquí.

Shinji rio mientras le abrazaba. Sabía que el afán de trabajo de Asuka nunca sería saciado. Lo cierto es que él tampoco tenía ganas de abandonar la investigación, por lo que sabría que la pobre Eva tendría que pasar muchas horas en el laboratorio, con ellos. Bueno, cuando fuese un poco mayor seguro que le gustaría saber que su nombre se lo pusieron debido a esa pasión que ambos compartían por el trabajo, siendo Eva el nombre que había en los brazos de cada reliquia, y siendo el nombre escogido por sus padres bajo el mismo acuerdo.

Permanecieron en sus mesas, trabajando intensamente, hasta que recibieron la llamada de Rei. Debían bajar deprisa al vestíbulo, o llegarían tarde a la cena. Shinji y Asuka agradecieron esa puntualidad de Rei, ya que les había salvado en más de una ocasión de no permanecer hasta la madrugada en el despacho.

Una vez llegaron al restaurante, vieron con alivio que no eran los últimos en llegar. Kaworu y Mari llegaron minutos más tarde discutiendo. Kaworu le pedía por favor que Mari se pusiera una rebeca, a lo que Mari se negaba debido a los sofocos que le causaba su embarazo doble.

- ¡Por qué tener mellizos debía ser genético! ¡Te estás preocupando el doble!

- Mari, Estamos a 9 grados.

- Tiempo perfecto para un baño. Cuando tengas en tu interior a dos personas que no paran de pelearse, sabrás lo que es pasar calor.

Todos y todas reían al ver las tontas discusiones de la pareja. Comenzaron a cenar mientras se ponían al día de sus vidas.

Después de tantos años, el grupo siempre quedaba para cenar una vez a la semana. Aunque anduvieran ocupados con sus trabajos o sus hijos, lo cierto es que habían sabido organizar el tiempo para verse, incluso para pasar las vacaciones juntos.

En esos momentos, Mana y Musashi se encontraban de luna de miel. Su boda había sido la última vez en la que se habían visto todos y todas juntos, dos semanas atrás, y no habían podido pasarlo mejor. Mana y Mari trabajaban juntas en la empresa familiar Kirishima, siendo dos compañeras altamente eficaces. Kensuke tenía su estudio de fotografía con el que compaginaba el cuidado de la hija de él y Rei: Sakura. Touji y Hikari vivían cerca del instituto, ya que Touji era el profesor de Educación física y Hikari cuidaba de su hijo Touki. Touki había heredado las energías de su padre y, a la vez, la madurez de su madre, lo cual lo hacía una persona tremendamente interesante entre las chicas. Kaworu, por otra parte, se dedicó a la medicina siendo nombrado automáticamente el doctor del grupo, al cual llamaban constantemente cuando alguno se ponía enfermo en busca de su consejo. Rei, Asuka y Shinji investigaban juntos la presencia, características y utilidades de las reliquias de Japón y, a pesar de no buscar fama, lo cierto es que en el mundo de la ciencia se habían convertido en eminencias, por lo que siempre andaban en congresos y conferencias.


Días después, Asuka estaba demasiado cansada para seguir saliendo fuera a cenar, por lo que el grupo decidió reunirse en su casa de la playa. A media cena, cuando Asuka iba a la cocina, escucharon su grito y todos corrieron preocupados a ver qué le ocurría. En el suelo, un gran charco mojaba sus pies. Los chicos retrocedieron al instante, asqueados, pero Kaworu fue rápido y la llevó junto con Shinji al coche. Por supuesto, todos y todas dejaron la cena y corrieron al hospital, donde permanecieron esperando mientras escuchaban los gritos de Asuka y sus resoplidos cuando Shinji le aconsejaba tranquilizarse.

Unas horas después, todos despertaron repentinamente de sus sillas. Unos fuertes alaridos de bebe inundaban la sala, y a ellos les sonaba como música. Poco a poco entraron y vieron a Asuka sosteniendo a su hija, mientras Shinji abrazaba a las dos. Kaworu había asistido a Asuka y fue el primero en sostener a la pequeña Eva, por lo que se sentía realmente orgulloso. Minutos después, el grupo prefirió dejarles intimidad y fueron despidiéndose.

- Kaworu, Mari. Por favor, esperad.

- Dinos, Shinji.

- Es sobre algo que llevamos pensando Asuka y yo desde hace tiempo. Nadie como vosotros nos ha ayudado tanto en nuestra relación, como en nuestra vida. Y encima traes al mundo a nuestra hija.

- Por eso, hemos pensado que seríais los padrinos perfectos para Eva -Dijo Asuka.

- ¡Claro que sí! Estaremos encantados. De hecho, pensábamos pediros lo mismo cuando nacieran nuestros hijos.

- No lo dudaba, cuatro ojos. Nadie mejor que su tita Asuka para cuidarlos.

Kaworu y Mari se despidieron, dejándolos finalmente solos. Asuka acariciaba la pequeña cabeza envuelta en sábanas, mientras Shinji las miraba enternecido.

- ¿Te has fijado que ha nacido al amanecer? Justo a la misma hora en el que nosotros nos besamos por primera vez.

- Sí, parece cosa del destino. ¿Seguro que no deseas descansar?

- No. Podría quedarme horas mirándola.

- Yo también. Espero que te recuperes pronto.

- ¿Por qué?

- Porque quiero tener más como ésta.

Asuka rio mientras Shinji le besaba la cabeza. Sabía que los próximos años serían duros, siendo padres primerizos. Pero estaba segura de que lo harían lo mejor posible, ya que Eva simbolizaba para ellos todo el amor que se tenían. Además, contaba no con una, sino con varias familias que siempre les ayudarían en todo lo posible. Relajándose al fin, fue dejándose llevar por el sueño, mientras Shinji cogía a Eva, y supo que, al despertar, todo seguiría bien.


Bueno, y este es el final.

A pesar de que podría haber finalizado con el capítulo 10, no me sentiría bien conmigo misma si Shinji y Asuka no tenían al menos una hija xD.

Una vez lo finalicé, me puse a leer todo mi fic desde el principio, ya que después de año y medio se me habían olvidado muchas cosas. Y me he dado cuenta, de que mi evaluación ha sido cada vez más cursi ajajajajaja, no pensé que pudiera, al final, hacer un fic medianamente largo, por lo que estoy tremendamente orgullosa.

Pero más orgullosa estoy de mi amigo LSERR, quién leía mis capítulos tan rápido, y luego me escribía unos consejos tan buenos, que me arrepiento de no haberte nombrado prelector antes ^^.

Por último, aunque yo por ahora no siga escribiendo sobre Evangelion, os aconsejo que sí leáis sus dos historias, ya que realmente son espectaculares.

Un beso enorme!