NO ES QUE NUNCA MÁS VAYA A VOLVER A VERLOS
Decir que todos los personajes, nombres, lugares, y en general TODO es de J.K.Rowling, a las editoriales, o a quien sea, y que no gano dinero con esto, que lo hago por diversión. Si algo en mi fic se parece al de otras personas que me lo digan porque puede ser que se me haya quedado la idea en el inconsciente, y tenga alguna similitud sin que esa sea mi intención.
- Sí, fue terrible - continuo Luna con desenvoltura - A veces todavía me pongo muy triste cuando pienso en ella. Pero me queda mi padre. Además, no es que nunca más vaya a volver a ver a mi madre, ¿no?
- ¿Ah, no? - dijo Harry, desconcertado.
Luna movió la cabeza, incrédula.
- Vamos, Harry. Tú también los oíste, detrás del velo, ¿no?
- ¿Te refieres…?
Harry y Luna se miraron. Una débil sonrisa asomaba por los labios de Luna. Harry no sabía qué decir ni qué pensar; Luna creía en tantas cosas extraordinarias… Y, sin embargo, él también estaba seguro de haber oído voces al otro lado del velo.
Harry Potter y la Orden del Fénix
1 - DEL COMIENZO (o de cómo conocer a gente nueva)
No era la primera vez que en el número 13 de la calle Walpole estallaban unos gritos a la hora de levantarse. Era el 1 de setiembre de 2251 y era también el primer día de colegio para muchos niños. Pero para el chico que tenía una pesadilla ahora era también un día más especial, comenzaba en su nuevo colegio.
- ¡Halen Judah Prawytt! ¡Quieres levantarte!
- Cinco minutos más, Mama.
- Como no te vayas a levantar ahora mismo, no vas a llegar a coger el tren a Hogwarts.
- ¡Es verdad! - y a aquel niño se le abrieron los ojos de golpe.
Halen Prawytt era un niño de 11 años, no era muy alto para su edad (más bien bajito), con el cabello castaño claro y los ojos verdes. Pero además de todo esto era un mago, hijo de magos, y hoy comenzaría en su nueva escuela, Hogwarts, la más importante escuela de magos del Reino Unido.
Bajaba las escaleras de su casa corriendo, había vuelto a tener esa pesadilla en la que se enfrentaba a una serpiente gigante armado solamente con una vieja espada. Esperaba llegar a tiempo antes de que su hermano mayor se comiera el desayuno. Él siempre decía que tenía que tener mucha energía para ser cazador del equipo de Quidditch de su casa. Cuando llego vio que su madre le había guardado unas magdalenas y que su hermano estaba jugando con su ciervo de peluche.
No es que su hermano Judah fuera un crío y jugara con peluches cuando estaba a punto de comenzar tercero, es que el año anterior había transformado la mesa de la cocina en un ciervo (lo cual le había valido una carta del ministerio) por accidente, por mucho que el afirmara que lo había echo queriendo. Su madre Maddox lo había acabado convirtiendo en un pequeño peluche aunque seguía pudiendo andar, comer, y clavar las astas (aunque siendo blanditas no dolían).
- Aquí tenemos al pequeñajo que va a entrar este año.
- ¡Judah! Deja de meterte con Halen y ves bajando tu baúl.
Su hermano se fue, no sin antes revolverle el cabello como tenia por costumbre. Se sentó en la mesa y comenzó a almorzar. Había tenido tantas ganas de ir a Hogwarts cuando su hermano recibió la carta hace dos años, y él se había quedado muy solo en casa, aunque era verdad que tenia a Hypatie, su mejor amiga que este año también entraría a Hogwarts, y con ella había asistido a la escuela muggle que había en la zona.
Porque los Prawytt, al contrario que muchas familias mágicas, vivían en lo que se podía decir el mundo muggle, aunque ahora las cosas eran muy diferentes a hace un par de siglos, muchos magos se casaban con muggles, como sus abuelos por parte de padre, ella era bruja pero él no, y eso hacia que muchos muggles supieran de la existencia de los magos.
- ¿Dónde esta Papa?
- Ha recibido una llamada y ha tenido que aparecerse en el ministerio. Y eso que pedimos el día libre para poderte acompañar a la estación.
Tanto su padre como su madre eran aurores, quería decir que se encargaban de pararle los pies a los malos. Cada cierto tiempo aparecía un mago oscuro que se preocupaba de generar el caos, y este era uno de esos tiempos, estaban desapareciendo magos, pero lo más extraño era el rastro mágico que encontraban en sus casas, el rastro mágico de un hechizo desconocido.
- Ya esta Mama, ya he bajado mi baúl y el del pequeñajo, y será mejor que nos vayamos si queremos coger el tren.
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Estaban en la estación de King Cross apunto de pasar al anden mágico 9 y ¾, a coger el tren que les llevaría a Hogsmeade, un pueblo enteramente mágico, y de ahí a Hogwarts.
- Vamos, vamos, con cuidado que no os vean… muy bien, Judah ya ha pasado, ahora tu Halen.
- Discúlpeme - dijo un chico bastante más alto que Halen, con el cabello más oscuro que el del pequeño Prawytt, delgado, que venia acompañado por los que parecían ser sus padres, tres chicos más y una niña.
- Hola - dijo Maddox - primer año en Hogwarts, ¿no? Halen también es nuevo.
- Si - dijo el chico - lo que pasa es que… es que no sé cómo…
- ¿Cómo entrar en el anden? - a lo que el chico asintió con la cabeza - No te preocupes lo único que debes hacer es andar recto hacia la barrera que esta entre los dos andenes. No te detengas y no tengas miedo de chocar, eso es muy importante. Lo mejor es ir deprisa, si estás nervioso. Ve después que Halen.
Halen fue primero para demostrar como se atravesaba, ya que había venido los dos años anteriores a despedir a su hermano. Corrió con el carrito hacia la pared y cuando estaba a punto de chocar contra ella la atravesó, y se encontró inmerso en lo que era el mundo mágico.
Rápidamente fue a colocar su baúl en un compartimiento, subió al tren, hacia tanto tiempo que lo deseaba, tanto tiempo viendo partir a Judah en el tren y él desde el andén diciéndole adiós.
La gente ya estaba dejando sus baúles, así que fue a uno vació, el 222, y lo coloco allí, seguro que Hypatie buscaría el suyo, y fue a salir para despedirse de su madre. Fue salir y tropezar contra una persona que acabo cayendo al suelo.
Era una niña con el cabello dorado a tirabuzones, y la piel muy pálida, como una muñeca de porcelana con su vestidito color crema y con florecitas rosas. Era la niña más bonita que había visto nunca. Alzó su cabeza y le miro a los ojos, ella los tenía plateados.
Halen le tendió su mano para ayudarla a levantarse, pero ella simplemente se levanto sin aceptar su ayuda.
- Me gusta este número, así que será mejor que quites tu baúl de aquí - le dijo fríamente la chica.
- Lamentablemente no quiero, así que será mejor que te largues - dijo Halen enfadado ¿Quién se creía que era?
- No se quien eres y no me interesa, pero será mejor para ti que te muevas, porque evidentemente no sabes quien soy yo, pequeñajo de primero - que diferente sonaba la palabra pequeñajo de la boca de la niñita que cuando se lo decía cariñosamente su hermano.
- Y como soy un pequeñajo de primero puedo hacer magia antes de entrar a Hogwarts - dijo sacando la varita - y mi hermano me ha enseñado un par de hechizos que quedarían de maravilla en tus rizos ¿Quieres que los pruebe?
La niña le miro enfadada, se dio la vuelta drásticamente, y se fue por el pasillo cargando su baúl, con el paso rápido y seco.
- Te acabas de buscar una buena enemiga.
Allí había una chica con el cabello pelirrojo que le llegaba por la cintura y con muchísimas pecas, y los ojos marrones que le miraban preocupados. Era muchísimo más alta que él, aunque cualquiera podía ganarle en altura.
- Danaide Mhipernestra Letterbumm es la nieta del profesor de pociones y jefe de la casa Slytherin, si quedas en esa casa tu vida puede ser un autentico infierno. También es hermana del profesor de Herbologia, pero por eso no hay que preocuparse, es un buen hombre. Aunque lo peor de todo es que no te has rendido a sus encantos, los tiene a todos locos, muchas chicas también la consideran la más bonita y la tienen como su líder. No creo que pueda hacer nada por ayudarte con eso, pero si necesitas ayuda en las materias puedes acudir a mi - y entonces se acerco y le beso la frente - lo siento, es que te pareces a mi hermanita. Lizbeth Weasley, pero puedes llamarme Lissy. Ravenclaw. Encantada.
- Halen Prawytt, puedes llamarme Hal. No tengo ni idea. Mucho gusto.
- ¿Prawytt? ¿Algo que ver con Judah Prawytt?
- Es mi hermano.
- Tienes suerte de no parecerte mucho. Mejor me voy ya, hasta luego pequeño.
Era extraño. Una chica muy guapa le había besado en la frente, un lugar donde sólo su madre lo hacia. Se quedo allí sin saber que hacer. Y parecía conocer a su hermano, aunque según este todos lo conocían en Hogwarts.
- Perdón - Halen se giro, hoy solo hacia que conocer personas de lo más extrañas - ¿Puedo poner mi baúl en este compartimiento? - era el chico que no sabia como llegar al anden 9 y ¾.
- Claro - y viendo que necesitaría ayuda para subirlo - espera te ayudo.
- Gracias, y gracias también por enseñarme antes como entrar. Race Wyatt - dijo extendiendo la mano.
- Halen Prawytt - dijo aceptando la mano de Race - será mejor ir a despedirnos de nuestros padres.
Halen vio que en el anden estaba su madre, pero también estaba su padre con la túnica azul del trabajo, corría a despedirse de ellos, iría a Hogwarts, se separaría por primera vez durante bastante tiempo de sus padres. Abrazo fuerte a su padre y luego a su madre que le dio dos besos en las mejillas y lloraba emocionada.
- Ay que el pequeñajo se va de casita - allí estaba su hermano que le dio un rápido abrazo a su madre procurando que nadie importante le viera, pero las cosas no salieron como el quería, no contó con el instinto maternal que lo cogió y no lo dejaba marchar.
- Ay que el grandecito no puede salir.
- Cállate Shae - dijo Judah soltándose finalmente del abrazo de su madre.
- Vosotros dos, venís aquí que os de un abrazo también.
Aquellos dos eran sus primos y sobrinos de Maddox, Shae y Seth Potter, gemelos, tan idénticos por fuera y tan diferentes una vez que los conocías. Shae Blaze Potter era un Gryffindor y junto con Judah (que también estaba en Gryffindor) eran los mejores alumnos de su curso, siendo superados solo en pociones por Seth, el otro gemelo, y en encantamientos por alguien más. Ambos gemelos eran bastante altos para su edad, y tenían el cabello negro tan desordenado que daba igual si se peinaban (cosa que compartían con Judah, sólo que este lo tenia de color castaño claro) y los ojos como dos piedras de azabache.
Seth Slone Potter por el contrario era un Slytherin, menos impulsivo que su hermano, tal vez por ser el mayor, y por eso creía que era de su responsabilidad vigilar que a Shae no se metiera en problemas, aunque la mayoría de veces era él quien acababa castigado, aunque se había de comentar que no soportaba a Judah, porque solía ser el centro de sus bromas antes de venir a Hogwarts.
- Maddox, Addam, estáis aquí - dijeron dos personas acercándose. Vestían las túnicas azules de los aurores.
- Arasy, Francis, estábamos despidiendo a los chicos.
- Nosotros nos hemos escapado un momentito también para despedir a la nena.
Entonces el tren silbó, y todos subieron rápidamente, nadie quería quedarse en el andén. Se despidió entonces de su hermanito mayor y de sus dos primos y Halen se dirigía a su compartimiento cuando escucho dos voces discutir.
- ¡ALEJALO DE AQUÍ!
- ¡ÉL NO TIENE LA CULPA DE Que… d eso…
- ¡PUES NO LA VA A TENER ELLA!
- ¡QUIZÁS LO ESTA SEDUCIENDO!
Abrió la puerta y se encontró con Race y Hypatie, su mejor amiga discutiendo.
- ¿Qué os pasa?
- Que esta loca se ha puesto a chillarle a Zarpas porque… - decía Race mientras le mostraba a su gato.
- Porque intentaba copular con Blanquita - acababa Hypatie la frase teniendo a la gata abrazada.
Halen notaba como los colores le subían a la cara, y quiso enseguida cambiar de tema, tampoco le gustaba que su mejor amiga se peleara con su nuevo amigo.
- ¿Y si los metéis en la jaula?
- ¡No quiero meter a Blanquita con el gato de este salvaje!
- ¡A QUIEN LLAMAS SALVAJE!
- ¡Quería decir cada gato en su jaula! Suerte que me compraron una lechuza. Perfecto. - dijo viendo cada gato donde debía estar - ahora presentaros, daos la mano y dos besitos en las mejillas - dijo aplicando el método de las escuelas muggles cuando dos niños pequeños se peleaban.
- Race Wyatt - dijo mirando hacia la ventana.
- Hypatie Griemburg - dijo también sin mirarlo y sentándose lo más alejada posible.
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El carrito de dulces acababa de pasar, y los dos chicos se habían apresurado a comprar todo lo que podían, Hypatie sólo había comprado un zumo de calabaza.
- ¿Cuándo dice de todos los sabores, quiere decir de todos los sabores?
- Si. Una vez me encontré con uno con gusto a jabón, también me comenzaron a salir burbujas por la boca, pero cuando salen de fresa, chocolate, plátano o de estos son lo mejor.
- ¿Qué son estos? - pregunto Race a Halen cogiendo un envase de ranas de chocolate - No son ranas de verdad ¿no?
- No - dijo Halen - pero mira que cromo tiene, a mi me faltan dos.
- ¿Qué?
- Oh, por supuesto, no debes saber… las ranas de chocolate llevan cromos, ya sabes, para coleccionar, de brujas y magos famosos. Yo tengo como quinientos, pero no consigo ni a Agripa, ni a Sirius Black.
Race desenvolvió su rana de chocolate y sacó el cromo.
- Harry Potter ¿Quién es?
- ¡No me digas que nunca has oído hablar de Potter! - exclamo Hypatie - pues para tu información Halen es su descendiente.
- A ver: Harry Potter, también conocido como el niño-que-vivió-dos-veces. Es particularmente famoso por derrotar al-que-no-debe-ser-nombrado, heredero y reencarnación de Salazar Slytherin, justamente por ser el heredero y reencarnación de Godric Gryffindor. Hace 250 años desapareció sin dejar rastro después de derrotar al Señor Tenebroso y devolver la paz al mundo. Es conocido también por ser el segundo superviviente, o igualmente el primero por ser el otro Godric Gryffindor, a la maldición asesina, por ser hablante de pársel y por ser el jugador de Quidditch más joven en 350 años. ¿El-que-no-debe-ser-nombrado?
- Lord Voldemort - Hypatie se estremeció - incluso hoy, 250 años más tarde la gente tiene miedo de decir su nombre.
- ¡Claro, como tu eres su descendiente no le tienes miedo!
- ¿Cómo es que desapareció?
- Realmente nadie sabe porque desapareció - le explico Halen esa historia que tantas veces había oído contar a su abuelo - lo que si que se sabe es que se caso con una muggle y tuvieron un hijo.
- ¿Y como es que no tienes su apellido?
- Porque mi madre adopto el apellido de mi padre al casarse, mis primos si que tienen el apellido Potter - dijo Halen comenzándose a cansar del tema, no le gustaba hablar de lo increíbles que habían sido sus antepasados, pero a Race el tema le parecía muy interesante.
- ¿Cómo la directora?
- Si - le contesto la chica - ella adopto el nombre de su marido, que es su descendiente, y son los abuelos de Halen.
- ¡Vaya! Y ¿Cómo es que un gran mago como él se caso con una mujer sin magia?
- Ni idea, pero a partir de ahí los matrimonios con muggles fueron bastante comunes, por eso actualmente hay tantísimos magos, creo que leí que por esa época habían unos 224 alumnos en Hogwarts cada curso, en contra de los 687 que hubo el curso pasado, entre magos puros (de los que ya quedan muy pocos) magos mezclados, e hijos de muggles. Mi propio padre es un muggle, mi madre por eso si que es bruja, tu eres de origen muggle, y Halen tiene un abuelo muggle, de sangres totalmente puras deben quedar un par de familias.
- Entonces ¿Nadie más de mi familia puede ser mago?
- Se han dado casos de dos hermanos de origen muggle hayan salido con sangre mágica ¿por?
- Mi hermana es algo rarita… siempre dice estar viendo cosas… mucha gente piensa que esta loca, mi madre también lo pensaba (a mi padre le daba igual ya que dirige una revista sobre hechos insólitos) y por eso la obligaban a ir al psicólogo, pero después de que yo recibiera esta carta…
- ¿Tienes una hermana pequeña?
- Si, y tres hermanos mayores, somos cinco en total.
- Una familia numerosa, que suerte, yo soy hija única - se quejo Hypatie.
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- ¿Me lo podéis volver a explicar? - decía Race mientras atravesaban el lago vigilando de reojo los tentáculos del calamar.
- Hay cuatro casas a las que podrías ser seleccionado - le explicaba emocionada la niña - cuatro porque habían cuatro fundadores, Ravenclaw donde van los inteligentes, Hufflepuff donde van los trabajadores y leales, Slytherin donde van los astutos
- Y los magos oscuros - añadió Halen.
- Es verdad, muchos magos oscuros han partido de esa casa.
- El mismo Salazar era un mago oscuro, y su reencarnación también.
- ¡Déjame acabar, Halen! Y esta Gryffindor…
- La mejor
- Donde van los valientes.
- Es donde fue Harry Potter - dijo el otro chico que iba con ellos en la barca, rechonchito y con el cabello color ceniza - Patch Priswedown, encantado de conoceros - y los tres se presentaron a aquel chico - seguro que yo quedo en Hufflepuff - dijo con pesar.
- ¡Seguramente! - dijo Race alegremente
- ¡QUIERES DEJAR DE SER TAN DESAGRADABLE!
- ¡QUE TE HE HECHO ESTA VEZ, SABELOTODO!
- ¡NO ME LLAMES ASÍ INSENSIBLE!
- Hypatie ¿Has pensado que a lo mejor no sabe cual es la otra definición de Hufflepuff?
- ¿Ehh?
- ¿Cuál es? - pregunto interesado Race.
- Que todos los que van son unos inútiles - dijo Patch
- ¡YO NO LO SABÍA! - dijo encarándose con Hypatie
Y con la discusión que volvía a empezar toda la barca dio la vuelta y los cuatro niños fueron al agua.
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No se que hago escribiendo esta locura de fic, debería estar pasando el otro fic a ordenador que ya lo tengo escrito, y no que ahora son las tres de la madrugada y mañana tengo clase.
¿Alguien se lo ha leído entero? POR FAVOR déjenme un review, porque me parece imposible que alguien se haya leído lo que son 11 hojas de Word, bueno, el tamaño de letra es bastante grande, pero es que sino me dejo la vista a la hora de escribir.
Y si alguien se lo ha leído ¿Habéis adivinado quien es la reencarnación de quien?
Me despido, y hasta la próxima (creo)
P.D.: tanta prisa que tenia por acabarlo, y me quede hasta las tantas, y cuando lo voy a colgar, no funciona…
