Tengo 37 años años y aún así, soy tímido. Muy tímido e introvertido. Tanto que durante las inevitables reuniones sociales prefiero pensar en mis cosas que hablar con la gente. El resultado de tanto tiempo invertido imaginando mundos es que me gusta escribir, válvula de escape para mis invenciones. ¿Por qué un tímido incorregible como yo puede publicar online? ¿Por qué me animo a mostrar a desconocidos mis historias? En parte por el anonimato y en parte porque reconozco a este público como gente con gustos similares a los mios.

Lo de “Sensei” no es pura fanfarronería, incompatible con mi personalidad. Realmente soy profesor en mi vida real, aunque me cueste hablar en público.

Me gusta escribir historias largas aunque tengo la tendencia a dispersarme un poco y por tanto, suelen quedarme mejor los one-shots. Supongo que iré mejorando con el tiempo.

Leo muchos mangas, en general, de acción y deportes como Dragon Ball, Naruto, Samurai X, Inuyasha, Caballeros del Zodiaco, Campeones, Zatchbell, Yu Yu Hakusho, Eye Shield, Slam Dunk, Hajime no Ippo, Kenichi, Bleach, Baby Steps, The breaker, Tower of God, Giant Killing, La mosca, Fantasista, Assasination classroom, Area no kishi, rookies, Nise koi, Ashita no Joe, One piece, etc. También me gustan mucho los románticos: Ranma, Maison Ikkoku, Rinne, One pound gospel, kid on the slope, Kimagure orange road, molester man. ¿Por qué, entonces, escribo solamente sobre Ranma y Akane? Porque mi lectora ideal solamente lee fics de ellos.

Actualización 2013

Eso mismo había escrito el año pasado cuando empecé a compartir ideas en este sitio.

Tímido. Y sin embargo, ya muchos sabéis que mi lectora ideal es Minefine7. Y aunque me mordí la lengua y no lo dije en un principio, también sabéis que tengo dos hijos, Gohan y Bulmita.

Admití, a si mismo, que me gustaba escribir historias largas...pero, ya voy por los 83 capítulos de mis one-shots.

Si ahora mismo conversara con mi "yo" del pasado y le contara todos estos cambios y más cosas aún; como que tengo un club de fans, que todas las semanas cuento por internet historias de mi vida privada, que aparecí como personaje en un fic de otro autor y que Ibuki, invención demencial mía, aparece día si, día también en mis historias, este mismo yo del pasado al que hago mención seguramente me diría: "Tú ya no eres yo. No sé bien qué te ha pasado pero no te me pareces en nada".

¿Qué me pasó pues? supongo que abandoné la arrogancia del tímido que no habla con los demás (por suponer que no hay puntos de contacto con el interlocutor), por la arrogancia del autor que se cree en condición de instaurar una voz propia y única. Y entre estos dos polos, la timidez de carácter y la arrogancia del escritor, se ha revuelto tanto mi personalidad que ya no encuentro una marcha atrás posible. Además de mi yo de todos los días, el que sueña historias en soledad, también existe ese otro yo nuevo, el Leandro-sensei de fanfiction que disfruta de la compañía diaria de los lectores.