Me llamo Emma, y no me creo lo suficientemente interesante como para escribir sobre mí. Soy una adolescente. Y como todas las adolescentes, estoy un poco perdida. Confundida. Por momentos no sé quién soy. Otras veces me encuentro, aunque sea solamente por un ratito. Soy algo negativa, y puedo llegar a ser muy depresiva algunos días. Otros días soy la persona más positiva del mundo. Pero como todo, me dura solo un rato. Adoro el café, los libros y las noches lluviosas. Ni hablar de cuando se mezclan los tres. Escribir me ayuda a vivir mejor, a compartir un pedacito de mi cabeza y de mi imaginación con el resto del mundo, aunque no lo hago muy bien. Leer, para mí, es lo más cercano a la magia que hay en mi vida. Transportarme a un mundo nuevo, me hace sentir libre. Hablo sola, y lloro mucho. La mayoría de las veces, sin razón alguna. Pero también sonrío mucho. Soy feliz. Y supongo que eso es lo único que importa.

Nunca les voy a agradecer lo suficiente a ustedes. Los que me leen. Son la razón por la que sigo haciendo esto.

Gracias, gracias, gracias.